Hoy hemos salido al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. El día estaba nublado y mientras que en Ciudad Real el termómetro marcaba 3 grados al llegar al parque bajaba hasta menos 1.
Al llegar hemos podido oír las grullas y verlas sobre nuestras cabezas. Nada más empezar el recorrido ha empezado a salir el sol. Ya en las pasarelas hemos visto un galápago leproso, curioso avistamiento en estas fechas y con temperaturas tan bajas.
Hemos hablado un poco de las características del parque y de su historia, marcada por la destrucción de los ríos y la extracción masiva de agua.
Hemos visto los tarayes, árboles muy hermosos que viven junto al agua y cuyas ramas, cuando se rompen y caen al suelo, vuelven a enraizar.
Entre las plantas acuáticas hemos hablado de tres: el carrizo, la anea y la masiega. Por cierto que hemos aclarado que el nombre del parque, "tablas" no tiene nada que ver con las pasarelas de madera sino con la formación de zonas encharcadas.
Además hemos visto un endemismo, una planta de una distribución muy reducida, el" limonio", única en el mundo.
En cuanto a aves hemos visto y oído las grullas, los ánsares, las fochas, los cormoranes, el busardo ratonero -un ave rapaz-, la cerceta y otros ánades. También hemos visto petirrojos, urracas, lavanderas...
Tras tomar un tentempié y cuando ya nos íbamos nos han sobrevolado 14 cigüeñas blancas. Nos hemos dirigido al molino de Molemocho y lo hemos visto muy deprisa, tanto como para que haya que volver pronto.
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