sábado, 7 de enero de 2023

Sexto taller: Los anfibios...

 El 5 de diciembre de 2022, lunes, en nuestro sexto taller de "Bichos y fotos" estuvimos trabajando el apasionante tema de los anfibios. Tras repasar la clasificación de los seres vivos nos centramos en los anfibios, esos bioindicadores que viven entre la tierra y el agua y que pueden vivir muy cerca de nosotros y nosotras, sin que lo percibamos. Decimos que son unos buenos bioindicadores por su fragilidad, por su dependencia del agua, de la tierra y del aire -recordemos que tienen respiración cutánea, por ejemplo- y su presencia o ausencia nos dice cómo está un lugar desde el punto de vista de la calidad ambiental.

Vimos dos ejemplares de sapo corredor y dos tritonas pigmeo...



Detalle de la zona de la nuca, en la que se aprecian las glándulas por las que segregan el veneno los sapos. Esa sustancia es fundamental para eliminar parásitos y otros seres vivos microscópicos, dada la humedad casi constante de su piel. Además, les sirve para defenderse de determinados enemigos naturales.

Abordamos el curioso tema de las llamadas lluvias de sapos e intentamos explicar de dónde viene esa infundada creencia. Y es que hay sapos -a veces, muchos- en lugares cercanos que nos pueden parecer incluso no aptos. Sus hábitos fundamentalmente crepusculares y nocturnos y la necesidad de unas condiciones concretas de temperatura y humedad hace que se escondan en agujeros, bajo piedras y troncos. Es cuando llueve cuando suelen salir y, algunas veces, los vemos, lo que ha hecho suponer que llovían. A veces también se trata de eclosiones de miles de ejemplares que acaban de alcanzar su estadio superior de metamorfosis, con sus cuatro patas, y salen con ese cambio de condiciones meteorológicas.


Tritón pigmeo, hembra (Triturus pygmaeus), en diciembre de 2022.


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