Los peces de plata o "lepisma" son unos curiosos insectos que suelen vivir en nuestras casas, normalmente entre los libros y papeles viejos.
Viven unos seis o siete años y tienen un característico aspecto plateado cuando llegan a los tres años de vida. Huyen de la luz y se alimentan de papel, de la goma de la encuadernación de los libros, de restos humanos como el pelo y de tejidos textiles.
Se consideran como uno de los insectos más antiguos del planeta, existiendo fósiles de unos cuatrocientos millones de años.
También es el único animal, junto con otro invertebrado, que es capaz de alimentarse y sintetizar la sacarosa.
Su cuerpo está recubierto de escamas, muy parecidas a las de las alas de las mariposas.
Aunque es un animal inofensivo para el ser humano se considera perjudicial para los libros y otros materiales.
La primera vez que vi uno de estos bichitos en mi casa me llamó mucho la atención, lo recogí y lo saque al jardín, decidí no aplastarlo primero porque no suelo matar insectos, pues como formas de vida que son, respeto su existencia sobre el planeta que compartimos, sin embargo hago excepciones con las cucarachas, las moscas y los zancudos por su habilidad para transmitir enfermedades, y porque estos tres insectos despiertan en mi la ira suficiente para asesinarlos cuando entran a mi casa. En mi primer encuentro con la Lepisma Saccharina me pereció un insecto muy singular y extraño, me dio ese aire de insecto prehistórico sobre todo por su morfología, y aun más curiosa me pareció su particular forma de moverse y lo rápido que lo hace, no sentí en ningún momento la alarmante entomofóbia que se siente cuando estamos en presencia de un bicho amenazante que nos pueda morder o picar, por el contrario me pareció un bichito simpático y lo primero que me dije fue que no era un "bicho cualquiera" y que había algo especial e interesante en él, y no niego que las moscas, los zancudos, las cucarachas y las chiripas no tenga aspectos interesantes, pero en mi casa no los quiero. Pasó mucho tiempo y luego conseguí otro ejemplar de Lepisma, entonces decidí hacerle una fotografía e investigar en Internet sobre este curioso animalito, y vaya sorpresa la que me llevé cuando conseguí información sobre este pequeño insecto y descubrí todas las singulares y particulares características que este posee, sentí entonces, aun más respeto por su existencia.
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