Seguimos hablando sobre nuestra Historia, centrándonos en la provincia de Ciudad Real. Pero, primero, hago una pregunta, aparentemente sencilla: ¿Qué es la Historia? Y así, vemos cómo a lo largo del tiempo el objeto de estudio de esta Ciencia ha ido cambiando. Por ejemplo, durante muchos años lo que se entendía por Historia era el recuerdo de los grandes hechos y de "los grandes". Un historiador de la corriente marxiana o marxista decía que la Historia no dependía del pasado sino del presente y, sorprendentemente, llevaba razón. Así, ¿cuándo nos empezamos a preocupar de la presencia de las mujeres en la Historia? Antes no existían, eran "invisibles"...
Tras estas breves reflexiones retomamos el tema del taller anterior y volvimos a hablar de la llegada del Imperio Romano, de su lucha muy fuerte contra los pueblos iberos y su permanencia durante siglos en la península Ibérica. Recordamos la importancia de los animales precisamente en el devenir histórico y cómo tampoco solemos estudiarlos en ese relato que llamamos Historia. Sí, los nombres de este hermoso y complejo territorio, sin ir más lejos, tienen que ver con la fauna. Los romanos, cuando llegaron a la península se sorprendieron con la gran abundancia de conejos, y llamaron a este territorio "Tierra de conejos" : I-saphan-i" es decir, Hispania.
Pero, y los habitantes que aquí había ¿cómo llamaban a estas tierras? Pues, también tenía que ver con la fauna y con los conejos, de alguna manera: "Ophiusa", "Tierra de serpientes".
Pero, lo curioso es que, tras tantos decenios de ser la primera potencia del mundo occidental, el Imperio Romano cayó precisamente por las enfermedades provocadas por un animalillo aparentemente insignificante, los mosquitos. Y es que desde el siglo XIX hay historiadores que vienen diciendo que la caída de Roma estuvo relacionada, también, con la malaria y la impresionante mortalidad producida por estos animales. Así se desprende de recientes excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en la actual Italia.
Lo cierto es que Roma en nuestra provincia tuvo una considerable presencia y se conocen con cierta profundidad, algunas de sus actividades, como la instalación de "villas", es decir, viviendas de personas de un alto nivel económico y social. Su interés aquí tenía que ver con la explotación de los recursos mineros y hubo varias rutas o calzadas. Comentamos de nuevo el caso interesantísimo de Cuenca, de Segóbriga, del "Lapis specularis" y del anfiteatro de Consabura, actual Consuegra y de un acueducto de kilómetros en Madridejos, ya en la provincia de Toledo.
Abordamos el caso del topónimo, difícil, de Piedrabuena y de cómo no se corresponde con esa teoría muy conocida y extendida, de su proveniencia de "Petra Bona" sino de origen o etimología árabe, según algunos historiadores, "Bitra-buna" o "Bitar-buna".
Hablamos muy ligeramente de las invasiones bárbaras y de la llegada, el 27 de abril del año 711 de los árabes, llamada también conquista Omeya. Al Ándalus fue un territorio dependiente de Damasco inicialmente pero, después de un tiempo, el califatro Omeya residía en Córdoba.
Hablamos también de la Batalla de Alarcos y de la importancia de estos siglos de permanencia de los musulmanes en nuestro territorio. Serían dos momentos muy importantes la derrota cristiana de Alarcos (Al Arak) en 1195 y la victoria de las Navas de Tolosa en 1212.
También hablamos de los terribles, sangrientos y relativamente frecuentes ataques llamados "pogromos" y de como esa supuesta convivencia pacífica entre las tres culturas (o tres religiones) no es cierta. Pero abordamos como ejemplo digno de ser conocido y valorado lo que descubrió el historiador inglés Trevor John Dadson en cuanto a los intentos de expuslsión de los moriscos de la Aljama del Campo de Calatrava, con especial énfasis en Villarrubia de los Ojos. Y ahí nos quedamos.
Hubo varias intervenciones muy interesantes, como la que ponía sobre la mesa la actividad acuática del Coliseo de Roma, o la aparición de un virus dado el deshielo de los glaciales.
En varios momentos mostramos mapas y gráficos del excelente libro del doctor don Óscar Jerez García.